Capítulo de Caballeros Penitentes de Cristo Redentor - Toledo

Category: Historias para no olvidar II

El Dogma de la Resurrección de Jesucristo (14)

El Dogma de la Resurrección de Jesucristo (14)
RobertoJiménez Silva

La Iglesia celebra que Cristo Redentor resucitó, ya que, después de su muerte, salió triunfante del sepulcro. Este misterio venerable y excelso es la señal irreductible de todos los demás misterios, el cimiento de nuestra religión, la garantía inequívoca de nuestra salud, el pedestal de nuestra fe y el auxilio de nuestra esperanza. Todo el Cristianismo se apoya sobre esta verdad de fe en Jesucristo: …y resucitó al tercer día.
Los no creyentes, con su arraigada sin razón, descartan irreflexivamente este Dogma de la Resurrección de Jesucristo. Aunque de forma sustancial, los sentidos sean traspasados por los caracteres de la certeza; aunque de forma sustancial, la historia de Jesús suponga un rompeolas insuperable a la tortura de sus reniegos; aunque de forma sustancial, la jurisdicción viva de la Iglesia ofrezca su testimonio. Pero, la autoridad que ejercen en su propio provecho un reducido grupo de personas apostatas, así como la ceguera que provoca persistir en el error, y las vanas suposiciones de los hostiles a nuestra religión, vienen a estrellarse frente a éste misterio de fe y de esperanza. Leer Más

Etimología de la palabra Alleluya (13)

Etimología de la palabra Alleluya (13)
RobertoJiménez Silva

Este vocablo de sagrado júbilo en alabanza a Dios, está integrado por dos voces hebraicas Hallelu y Jah, que significan alabad a Jeovah. Razonadas estas voces en su etimología se puede decir que, tienen la potencia de una interjección que logra pronunciar la devoción apasionada de un alma que se complace en alabar a Dios. Entre el pueblo hebreo se cantaba en las solemnidades principales en señal de alegría espiritual, y así leemos en el libro de Tobías: Las plazas de Jerusalén serán soladas con rubí y piedras de Ofir; entonarán cantos de alegría y todas sus casas cantarán: ¡Aleluya! ¡Bendito sea el Dios de Israel! Y los benditos bendecirán el Santo Nombre por todos los siglos de los siglos. (Tb. 13, 17).
Y en el Apocalipsis, nos dice San Juan: Después oí en el cielo como un gran ruido de muchedumbre inmensa que decía: ¡Aleluya! La salvación y la gloria y el poder son de nuestro Dios, porque sus juicios son verdaderos y justos; porque ha juzgado a la Gran Ramera que corrompía la tierra con su prostitución, y ha vengado en ella la sangre de sus siervos. Y por segunda vez dijeron: ¡Aleluya! La humareda de la Ramera se eleva por los siglos de los siglos. Entonces los veinticuatro Ancianos y los cuatro Vivientes se postraron y adoraron a Dios, que está sentado en el trono, diciendo: ¡Amén! ¡Aleluya!.
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Recuerdos ante el Calvario y el Sepulcro (12)

Recuerdos ante el Calvario y el Sepulcro (12)

Roberto Jiménez Silva

La luz del mediodía había velado sus radiaciones a la tierra por espacio de tres horas, hasta las tres de la tarde. Desde la hora sexta hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona (Mt. 27, 45) tornando a emerger de repente con toda su fuerza luminosa, para comunicar a toda la creación que aún permanecía trastornada y desconcertada, la consumación del Sacrificio de Cristo Redentor. La tierra se había visto sacudida con un terremoto aterrador, que había abierto las sepulturas y devuelto sus cuerpos. En esto, el velo del Santuario se rasgó en dos, de arriba abajo; tembló la tierra y las rocas se hendieron. Se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos difuntos resucitaron.   Leer Más

La Flagelación

La Flagelación (11)

Roberto Jiménez Silva

(Jn. 19, 1)

No satisfechos los brutales verdugos con tan salvaje tortura, envolvieron a Cristo Redentor con un ropón de color púrpura, y uniendo a la burla la barbarie y la más refinada maldad le golpeaban con una caña en la cabeza, y clavando en tierra la rodilla le decían: Salve, Rey de los Judíos. Y le daban bofetadas. (Jn. 19, 3)

Esto era una deshonrosa caricatura de los ritos que se empleaban en las poblaciones orientales para la coronación de sus reyes. Comentando la del Califa Motawakil, afirma el historiador árabe Abulfeda que, “le pusieron en los hombros el manto real, y la corona en la cabeza, y que besándole el consagrante, le decían: salud, oh Príncipe de los creyentes”. Es más… En Persia y Babilonia se celebraban cada año unos festejos que duraban cinco días; en el último se representaba con un malhechor la misma burla sangrienta que los judíos hicieron al Señor, y después le sacaban fuera de la ciudad, le azotaban y quemaban vivo. Leer más

La túnica de Nuestro Señor (10)

LA TÚNICA DE NUESTRO SEÑOR

Roberto Jiménez Silva

¿Qué fue de esta vestidura?

Se sabe que los hebreos llevaban en tiempos de Jesucristo dos vestidos exteriores, uno el chetonet (túnica entre los romanos,) y otro que iba por encima de ella y que era una especie de manto o capa; la primera se hacía de lino o algodón, tenía mangas largas y anchas, llegaba por debajo de las rodillas y se ataba por medio de un ceñidor o cinturón. La capa por su parte, era un pedazo de tela cuadrado que se llevaba sobre el hombro y cuyo color era generalmente blanco o púrpura.

E aquí el reparto de los vestidos según el Evangelio de San Juan (Jn. 19, 23-24): Los soldados, después que crucificaron a Jesús, tomaron sus vestidos, con los que hicieron cuatro lotes, un lote para cada soldado, y la túnica. La túnica era sin costura, tejida de una pieza de arriba abajo. Por eso se dijeron: <>. Para que se cumpliera la Escritura: “Se han repartido mis vestidos, han echado a suertes mi túnica”. Y esto es lo que hicieron los soldados. Leer más

El Cáliz de la Última Cena

El Cáliz de la Última Cena (9)

Roberto Jiménez Silva

¿Qué sabemos sobre esta reliquia?

Esta sagrada reliquia en la que Cristo Redentor convirtió el vino en su sangre la noche de la última cena en el cenáculo de Sión, ha merecido la veneración de los cristianos desde los primeros siglos de la Iglesia, pasando de unos a otros, hasta que en el año 1424 llegó a la Santa Iglesia Metropolitana de Valencia, donde se conserva.

Es de piedra ágata cornerina oriental, matizada con visos de diferentes colores, y está adornada con perlas y piedras preciosas incrustadas en oro. Leer más

Reflexiones ante el hallazgo de la Santa Cruz

Reflexiones ante el hallazgo de la Santa Cruz (8)

Roberto Jiménez Silva

El sacro instrumento de nuestra salvación, la Santa Cruz en que se consumó la gran obra de la redención de los hombres, había estado desaparecido durante tres siglos. La devota madre del primer Emperador cristiano descubrió esta delicada joya oculta bajo los escombros de lo que fue el Calvario. Este acontecimiento ocurrió en el año 326 d.c.; el año 21 correspondiente al Imperio de Constantino; el año 13 del Pontificado de San Silvestre. Pero no siempre se ha estado de acuerdo con estas fechas.

Reflexionemos históricamente sobre la controversia más polémica:

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