Capítulo de Caballeros Penitentes de Cristo Redentor - Toledo

Mes: noviembre 2016

Seis razones para meditar en la Pasión del Señor (15)

Seis razones para meditar en la Pasión del Señor

Por  Roberto Jimenez Silva

Existen al menos seis razones que deben impulsarnos a meditar la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo:
1. En primer lugar debemos meditar la Pasión de Nuestro Salvador, para imitarle; pues en esto reside el mayor y más sublime seguimiento de todo Caballero Penitente de Cristo Redentor; en esto consiste la suma y perfecta piedad y perfección religiosa de todos sus miembros; en esto se basa la regla y ejemplar vida de perfección y virtudes de este Capítulo. Sea, por tanto, la Pasión del Señor, la norma de nuestra vida como Caballeros Penitentes, y constituya nuestro mayor consuelo gozarnos en imitar a Cristo Redentor, y sea nuestra mayor tristeza el vernos separados de esta norma ejemplar y divina.

Leer más

El Dogma de la Resurrección de Jesucristo (14)

El Dogma de la Resurrección de Jesucristo (14)
RobertoJiménez Silva

La Iglesia celebra que Cristo Redentor resucitó, ya que, después de su muerte, salió triunfante del sepulcro. Este misterio venerable y excelso es la señal irreductible de todos los demás misterios, el cimiento de nuestra religión, la garantía inequívoca de nuestra salud, el pedestal de nuestra fe y el auxilio de nuestra esperanza. Todo el Cristianismo se apoya sobre esta verdad de fe en Jesucristo: …y resucitó al tercer día.
Los no creyentes, con su arraigada sin razón, descartan irreflexivamente este Dogma de la Resurrección de Jesucristo. Aunque de forma sustancial, los sentidos sean traspasados por los caracteres de la certeza; aunque de forma sustancial, la historia de Jesús suponga un rompeolas insuperable a la tortura de sus reniegos; aunque de forma sustancial, la jurisdicción viva de la Iglesia ofrezca su testimonio. Pero, la autoridad que ejercen en su propio provecho un reducido grupo de personas apostatas, así como la ceguera que provoca persistir en el error, y las vanas suposiciones de los hostiles a nuestra religión, vienen a estrellarse frente a éste misterio de fe y de esperanza. Leer Más

Etimología de la palabra Alleluya (13)

Etimología de la palabra Alleluya (13)
RobertoJiménez Silva

Este vocablo de sagrado júbilo en alabanza a Dios, está integrado por dos voces hebraicas Hallelu y Jah, que significan alabad a Jeovah. Razonadas estas voces en su etimología se puede decir que, tienen la potencia de una interjección que logra pronunciar la devoción apasionada de un alma que se complace en alabar a Dios. Entre el pueblo hebreo se cantaba en las solemnidades principales en señal de alegría espiritual, y así leemos en el libro de Tobías: Las plazas de Jerusalén serán soladas con rubí y piedras de Ofir; entonarán cantos de alegría y todas sus casas cantarán: ¡Aleluya! ¡Bendito sea el Dios de Israel! Y los benditos bendecirán el Santo Nombre por todos los siglos de los siglos. (Tb. 13, 17).
Y en el Apocalipsis, nos dice San Juan: Después oí en el cielo como un gran ruido de muchedumbre inmensa que decía: ¡Aleluya! La salvación y la gloria y el poder son de nuestro Dios, porque sus juicios son verdaderos y justos; porque ha juzgado a la Gran Ramera que corrompía la tierra con su prostitución, y ha vengado en ella la sangre de sus siervos. Y por segunda vez dijeron: ¡Aleluya! La humareda de la Ramera se eleva por los siglos de los siglos. Entonces los veinticuatro Ancianos y los cuatro Vivientes se postraron y adoraron a Dios, que está sentado en el trono, diciendo: ¡Amén! ¡Aleluya!.
Leer Más

Recuerdos ante el Calvario y el Sepulcro (12)

Recuerdos ante el Calvario y el Sepulcro (12)

Roberto Jiménez Silva

La luz del mediodía había velado sus radiaciones a la tierra por espacio de tres horas, hasta las tres de la tarde. Desde la hora sexta hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona (Mt. 27, 45) tornando a emerger de repente con toda su fuerza luminosa, para comunicar a toda la creación que aún permanecía trastornada y desconcertada, la consumación del Sacrificio de Cristo Redentor. La tierra se había visto sacudida con un terremoto aterrador, que había abierto las sepulturas y devuelto sus cuerpos. En esto, el velo del Santuario se rasgó en dos, de arriba abajo; tembló la tierra y las rocas se hendieron. Se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos difuntos resucitaron.   Leer Más

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies ACEPTAR

Aviso de cookies