Relato de un peregrino en Tierra Santa

Christian pilgrims hold candles at the Church of the Holy Sepulcher, traditionally believed to be the site of the crucifixion of Jesus Christ, during the ceremony of the Holy Fire in Jerusalem's Old City, Saturday, April 26, 2008. The Holy Fire ceremony is part of Orthodox Easter rituals and the flame symbolizes the resurrection of Christ. The ceremony dates back to the 12th century. (AP Photo/Sebastian Scheiner)

Relato de un peregrino en Tierra Santa

Roberto Jiménez Silva

Ha caído en mis manos el relato de un peregrino de 1853 que llegó a Jerusalén para celebrar las funciones religiosas de la Semana Santa, éste es su curioso testimonio:

<< Los oficios de la Semana Santa han sido celebrados este año con un recogimiento raro en Jerusalén, y con esa majestad llena de tristeza que penetra hasta el fondo de los corazones en esos días destinados a recodar los dolores y la muerte del Hombre-Dios.

<< ¡Oh! ¡Cómo conmueven el alma las lamentaciones de Jeremías en presencia del Santo Sepulcro y de la desolación de Jerusalén!

<< Las Lamentaciones fueron cantadas en música el Miércoles Santo durante las tinieblas, con asistencia del señor Patriarca acompañado de su clero y de los religiosos de San Lorenzo y del pequeño convento del Santo Sepulcro.

<< El Jueves Santo, el señor Patriarca ofició de pontifical en la puerta del pequeño monumento del Santo Sepulcro.

<< Era la primera vez que los sacerdotes del patriarcado y del seminario tomaban parte en las solemnidades de la iglesia de Jerusalén.

<< Ha sido digna de admiración la manera con que los seminaristas ejecutaban las ceremonias sagradas; los peregrinos europeos -entre los que me encontraba- no podían persuadirse que los jóvenes árabes pudieran tener tanto orden, modestia y recogimiento en las santas funciones.

<< Durante la Misa, el Patriarca consagró los Santos Óleos, y el diácono leyó en alta voz la sentencia de excomunión pronunciada por los Sumos Pontífices y promulgada todos los años en Jerusalén contra los que malversan el producto de las limosnas destinadas a la Tierra Santa.

<< Después de la Misa se verificó la procesión bajo la gran rotonda, después de lo cual se depositó el Santísimo Sacramento sobre la misma tumba de Nuestro Señor.

<< Se cerraron en seguida las puertas de la gran iglesia del Santo Sepulcro, y los asistentes permanecimos todos encerrados hasta la mañana siguiente después de los Oficios.

<< Es privilegio que tienen los latinos ab antiquo el de hacer cerrar las puertas de la iglesia, y ni griegos ni armenios pueden entrar en el camarín del Santo Sepulcro en que reposa el Santo Sacramento.

<< Esta medida tiene por objeto el evitar cualquier profanación.

<< A las dos de la tarde tuvo lugar el lavatorio de los pies, delante de la tumba del Salvador.

<<En años anteriores se lavaban los pies doce religiosos; en este ha querido el Patriarca que los peregrinos tomasen parte en esta tierna ceremonia.

<< Seis de entre ellos fueron admitidos: el cura Ghalo, un misionero francés que volvía de la India; el cura Courtets, de París; un sacerdote alemán; otro Maronita; y un lego piadoso y yo, miembros de una conferencia de San Vicente de Paúl, en los alrededores de Bayona.

<< El Viernes Santo se celebró el Oficio en la capilla del Calvario, de donde partió la procesión para ir a tomar el Santo Sepulcro, después de lo cual, fue celebrada la Misa de los Presantificados sobre el altar de la Crucifixión. Hacia las ocho de la noche comenzó la procesión anual, se abrieron las puertas de la iglesia y concurrieron un gran número de peregrinos griegos y armenios principalmente. El Bajá había enviado al jefe de policía con más de cien soldados, escalonados en el trayecto que debía recorrer la procesión. Esta se detuvo primeramente en la capilla de la Aparición de Nuestro Señor a la Santísima Virgen, donde el Padre Custodio abrió la estación con un discurso en italiano sobre los dolores de Jesucristo.

<< La procesión, presidida por el señor Patriarca, y a la cual, lo mismo que  a las ceremonias, asistió nuestro Cónsul de uniforme, se dirigió hacia la capilla de la División de los vestidos, donde un joven sacerdote napolitano, secretario del señor Patriarca, predicó en inglés. En la capilla del Eniprópero, un religioso predicó en griego. La procesión subió en seguida al Calvario, donde un hijo de San Francisco de Regis predicó en alemán en el altar de la Crucifixión. Allí pudimos ver a una joven dama americana y protestante reprender con severidad a tres ingleses cuya actitud insolente tenía contristados a todos los asistentes. De la Crucifixión se pasó al Calvario, donde los griegos, según costumbre, habían despojado el altar de sus candelabros y demás ornamentos. Se colocó una mesa para celebrar el descendimiento de la Cruz, y el Canciller de la patriarcal, subió sobre la roca del Calvario para predicar en francés. Después tuvo lugar el descendimiento de la Cruz. Dos religiosos con albas descolgaron el Crucifijo y le colocaron en una mortaja, que cuatro de los predicadores, teniéndola por las extremidades, colocaron sobre la Piedra de la Unción, y allí el Patriarca, asistido de un diácono y un subdiácono, derramó perfume sobre el Crucifijo, después de lo cual el párroco del Santo Salvador predicó un sermón en lengua árabe.

<<De la Piedra de la Unción, la procesión pasó al monumento del Santo Sepulcro, donde cuatro sacerdotes depositaron el Crucifijo sobre la losa que cubre la santa tumba, y la ceremonia se terminó con un sermón en español.

<<El Sábado Santo a la tarde otra solemne procesión visitó la columna de la flagelación, conservada en la capilla de la Aparición, y se dirigió en seguida sucesivamente a la Pasión de Nuestro Señor, a la División de las vestiduras, a la capilla subterránea de la invención de la Santa Cruz, a la de Santa Elena, y de vuelta a la capilla del Improperum, a la Crucifixión, al Calvario, a la Piedra de la Unción, al Santo Sepulcro, a la capilla en que Nuestro Señor se apareció a la Magdalena bajo la forma de un hortelano, y a la capilla de la Aparición de Jesucristo a la Virgen Santísima.

<<El día de Pascua fue cantada solemnemente la Misa en el Santo Sepulcro por el señor Patriarca, y en seguida se practicó una nueva procesión, durante la cual se cantaron parte de los cuatro evangelios, que hacen referencia a la Resurrección.>>

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