Salmo 50 Miserere

Hace ya algún tiempo que, estudiando documentos antiguos, me encontré con esta “recreación poética” sobre el Salmo 50: “Miserere”. Puesto que nuestro Capítulo de Caballeros Penitentes de Cristo Redentor, tomó este Salmo Penitencial para que se entonase durante el recorrido de la Procesión. Será bueno que todos meditemos con él.
Versículo: Miserere méi, Déus, secúndum magnam misericordiam tuam.
Recreación poética:
Ten, mi Dios, mi bien, mi amor, misericordia de mí;
ya me ves postrado aquí con penitente dolor;
ponga fin a tu rigor una constante concordia;
acábese la discordia que causó el yerro común,
y perdóname según
tu grande misericordia.

V.- Et secúndum multitúdinem miseratiónum tuárum, dele iniquitátem meam.
R.P.
Y según la multitud
de tus dulces y adorables
Misericordias amables
sácame de esclavitud;
ya me ofrezco a la virtud,
y protesto a tu Bondad,
que con letras de verdad,
caracteres de mi fe,
yo tu amor escribiré;
borra Tú mi iniquidad.

V.- Amplius lava me ab iniquitáte mea, et a peccáto meo múnda me.
R.P.
Lávame más, buen Señor,
de mi iniquidad, porque
aun lavado, yo no se
qué me asalta de temor;
fuentes de mi Salvador,
que habéis al mundo regado,
a mi corazón manchado
lavad en vuestras corrientes;
y Tú, dueño de estas fuentes,
límpiame de mi pecado.

V.- Quóniam iniquitátem meam ego cognósco, et peccátum meún contra me est semper.
R.P.
Porque yo en mi desvarío,
conozco mi iniquidad;
conozco que mi maldad
atropelló a mi albedrío;
que fue doble el yerro mío;
miré, ví, quise, caí,
fui sangriento, te ofendí,
no puedo ocultarlo ya;
conozco que siempre está
mi pecado contra mí.

V.- Tibi soli peccávi et malum coram te feci , ut justificéris in sermónibus tuis, et vincas cum judicaris.
R.P.
Contra Ti sólo pequé ;
a Ti sólo te ofendí;
hice delante de Ti
el mal con que te agravié;
lo confieso para que,
o bien si me castigares,
o bien si me perdonares,
te justifiques, Señor,
en tus palabras de amor,
y venzas cuando juzgares.
V.- Ecce enim iniquitátibus concéptus sum, et in peccátis concépit me mater mea.
R.P.
Ya ves que en iniquidades
fui concebido, Señor;
¿qué quieres de un pecador
que se concibió en maldades?
Merezca ya tus piedades
quien en culpas se formó;
si esta hechura se quebró,
templa tus ojos airados,
pues en males y en pecados
mi madre me concibió.

V.- Ecce enim veritatem dilixisti, incerta et oculta sapientiae tuae manifestasti mihi.
R.P.
Ya ves, oh Dios de mis cultos,
pues amaste la verdad,
con cuanta sinceridad te confieso mis insultos;
Tú los inciertos y ocultos
arcanos que has reservado
allá en el seno sagrado
de tu alta Sabiduría,
ciertos, claros como el día
me los has manifestado.

V.- Aspérges me hissópo, et mundábor, lavabis me et super nivem de albábor.
R.P.
Me rociarás, oh Bondad,
con hisopo de tu sangre,
hasta que en fin se desangre
la vena de mi maldad;
me limpiaré, y tu piedad
si sobre mí se conmueve
y el sacro rocío llueve,
me lavarás y seré
puro; limpio quedaré
y más blanco que la nieve.

V.- Auditui meo dabis gaudium et laetitiam, et exultábunt ossa humiliata.
R.P.
A mi oído le darás
un gran gozo y alegría,
cuando oiga anunciar el día
en que me perdonarás;
mis entrañas llenarás
de placer; escucharán
Tu voz; y te cantarán
Himnos a Ti consagrados;
y mis huesos humillados
de contento saltarán.
V.- Avérte fácien túam a peccátis meis, et omnes iniquitates meas dele.
R.P.
Aparta tu rostro ya
de mis pecados, y mira
que tu dulce vida espira
por mí, que por mí se dá;
tu sangre pidiendo está
el perdón de mis maldades;
y para que a tus piedades
veloz mi espíritu corra,
destruye, consume y borra
todas mis iniquidades.

V.- Cor mundum crea in me Déus, et spíritum rectum innova in viscéribus meis.
R.P.
Un corazón limpio cría,
oh Dios, en mi pecho impuro;
rompe este corazón duro,
derrite esta nieva fría;
¡ah engañosa pasión mía,
cuán blandamente me dañas!
Tú, Señor, que a nadie engañas,
dame un casto y dulce afecto,
y un noble espíritu recto
renueva Tú en mis entrañas.
V.- Ne proícias me a fácie túa, et spíritum sanctum tuum ne auferas a me.
R.P.
No me arrojes enojado
de tu presencia, Señor;
que esta hechura tu dolor
y tu sangre te ha costado;
¡perdí a Dios!, dejé a mi amado;
y pues que yo te perdí,
deja que se anegue aquí
mi culpa en un mar de llanto;
mas a tu Espíritu Santo
no le retires de mí.

V.- Redde mihi laetitiam salutaris tui, et spíritu principali confírmame.
R.P.
Vuélveme ya la alegría
de tu salud, que he perdido,
y volverá a su sentido
y placer el alma mía;
venga ya el alegre día
que ponga fin a mi mal;
y con la gracia final
confírmame en tu afición
con un noble corazón
y espíritu principal.
V.- Docébo inicuos vias tuas, et impii ad te convertentur.
R.P.
Yo mismo, yo enseñaré
a los malos tus caminos;
de sus torpes desatinos,
Señor, los apartaré;
yo con tu luz guiaré
los tristes hijos de Adán,
ya que tan ciegos están
en los locos desvaríos
de su error; y los impíos
a Ti se convertirán.

V.- Libera me de sanguínibus Déus, Déus salutis meae, et exultábit lingua mea justitiam tuam.
R.P.
Líbrame de sangre ajena,
¡oh Dios ! Dios de mi salud;
yerros de mi juventud
me han labrado esta cadena;
cautivo el corazón pena,
gime, llora y llorará;
y el mundo todo sabrá
que el mar de mis culpas mengua
con lágrimas, y mi lengua
tu Justicia cantará.

V.- Dómine lábis mea apéries, et os meum annunciábit laúdem túam.
R.P.
Señor, abrirás mis labios,
publicaré tus grandezas,
y te devolveré en finezas
cuanto te quité de agravios;
si para tus desagravios
das aliento a mi esperanza,
te entregaré sin tardanza
este corazón de roca,
y agradecida mi boca
anunciará tu alabanza.

V.- Quoniam si voluisses sacrificium dedissen útique holocáustis non delectáberis.
R.P.
Porque si hubieras querido
sacrificio ensangrentado,
cierto que lo hubiera dado
para aplacarte ofendido;
pero estoy bien advertido,
que al corazón miras más;
y pues lágrimas me dás,
lloro mis días infaustos,
buen Dios, que en los holocaustos
Tú no te deleitarás.

V.- Sacrificium Deo spíritus contribulatus, cór contritum et humiliátum Déus non despicies.
R.P.
Sacrificio es para Dios
un espíritu rendido,
atribulado, afligido,
partido de pena en dos;
confiado llego a Vos,
resuelto a no pecar más;
que un corazón que verás
ya contrito y humillado,
arrepentido, enmendado,
mi Dios, no despreciarás.

V.- Benigne fac Dómine in bona voluntáte túa Sion, ut aedificéntur múri Jerusalem.
R.P.
Con benigna compasión,
Señor, con dulce piedad,
con tu buena voluntad
trata a la hermosa Sión;
benigno tu corazón
acabe de hacer también
que no tarde más mi bien;
que se enjuguen ya mis llantos;
que se edifiquen los santos
muros de Jerusalem.

V.- Tunc aceptábis sacrificium justitiae oblaciones et holocausto, túnc impónent súper altare tuum vitulos.
R.P.
Entonces aceptarás
de justicia el sacrificio,
las oblaciones propicio,
y los holocaustos más;
entonces recogerás
de montes, valles y cerros,
víctimas, que por sus yerros
penitentes gemirán;
entonces, Señor, pondrán
sobre tu altar los becerros.

NOTA: Compuso esta fervorosa plegaria el Ilmo. Sr. D. Manuel de Azamor y Ramírez, Obispo que fue de Buenos Aires. Con indulgencias.

 

Roberto Jiménez Silva

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