3Noche de Miércoles Santo… La toledana plaza de Santo Domingo el Real, completamente abarrotada de fieles… Aguardan la salida procesional del Capítulo de Caballeros Penitentes de Cristo
Redentor… Al sonar en el reloj conventual, sede de esta Cofradía, las campanadas de las once y media de la noche, se abren los portones de la iglesia del citado convento y aparece la Cruz alzada….. El coro cofrade inicia el primer cántico “OH Redentor” en tanto van saliendo los penitentes que visten hábito blanco y capucha negra, portando en sus manos un farol que ilumina el espacio con la llama de una vela, símbolo de la Fe… El hermano Maestro de ceremonias, va organizando la composición del cortejo… Al fin aparece la imagen de Cristo Redentor, cuyos portadores tienen que hacer alarde de fuerza y habilidad para sortear la portada y acceder por unos desnivelados pétreos escalones hasta alcanzar la plaza…

El redoble del ronco tambor hace callar al coro y se inicia la marcha… Las generaciones jóvenes van en cabeza… Siguen los adultos, que luego tendrán que cubrir turno en portar las andas con el Santo Cristo… El recorrido, ya se sabe: subir cuestas, bajarlas, volverlas a subir… En los cambios de turno, el coro va entonando en latín varios versículos del Salmo 50 “Miserere, alternando con el sonido de la campana… Los Caballeros Penitentes van musitando sus oraciones… Llegada al tramo más difícil: Cobertizo de Santa Clara; los portadores de las andas tienen que hacer verdaderos esfuerzos para salvar el escaso espacio entre la techumbre y el suelo, arrastrando los nudillos por las “gorronas” del pavimento, dirigidos por el hermano capataz… El público congregado en el estrecho cobertizo no puede contener su emoción e irrumpe en un sentido y exaltado aplauso… Paso por el intrincado cobertizo de Santo Domingo el Real y llegada feliz a retornar al lugar de partida… De la imagen de Cristo Redentor se despiden sus fieles entonando a una sola voz el “ Misericordia, Dios mío, por tu bondad … Aquí queda en su capilla, hasta un nuevo Miércoles Santo